Conchita
tiene 77 años, y se cansa mucho, muchísimo. No puede dar quince
pasos sin sentir sensación de ahogo. Le han hecho varias pruebas
médicas y no
encuentran el origen de ese cansancio.
Le
dicen que puede deberse a la edad, pero Conchita hace tiempo que
tiene este tipo de fatiga que no le permite dar una vuelta entera a
la manzana de su casa. Cuando baja a la calle, se ayuda con el
carrito de la compra a modo de caminador.
Además
de este ahogo, tiene unos temblores continuos en las manos. Esto le
impide usar una cuchara sin derramar la mitad del líquido. Sabe que
no es grave, pero es molesto y engorroso para comer y hacer tareas
básicas de su día a día.
Y
por si fuera poco, los dolores que tiene, que le han dicho que son un
lumbago fuerte, no le permiten dormir una noche entera ya que se despierta
de dolor. Y también le cuesta mucho levantar los brazos.
Son
tres síntomas muy diferentes pero con alguna conexión entre ellos:
el descontrol y los vaivenes. Descontrol porque Conchita no puede
parar el temblor de las manos y mucho menos el ahogo o el dolor.
Vaivenes porque ni el dolor ni los temblores son siempre iguales.
Ella
recure a las Flores de Bach y se le prepara una primera fórmula
floral con Cherry
Plum
para trabajar con el tema del control.
Trasladado
al plano físico esta esencia nos va bien para las migrañas,
tensiones, dolores incontrolados…
Para
los vaivenes añadimos Scleranthus
que
aporta estabilidad, tanto a nivel emocional como físico, en casos de
mareos o vértigos.
Conchita
empieza a tomar las Flores de Bach. Al cabo de dos semanas y media,
al tomar el café de la mañana, siente que las manos no le tiemblan.
Está contenta, aunque, por prudencia no dice nada. Al mediodía se
prepara una sopa para ponerse a prueba ella misma. Las manos le
siguen sin temblar y puede tomar el caldo sin derramar el líquido.
Los dolores siguen, aunque no tan fuertes, hay una ligera mejoría.
Pronto
hará dos años que sigue el tratamiento con Flores de Bach. El dolor
no ha desaparecido del todo, pero como ella misma confiesa “Antes
con los medicamentos para el dolor, continuaba teniendo dolor. Ahora,
con las Flores de Bach y los medicamentos, muchos días me encuentro
perfectamente, casi ni me acuerdo que tengo dolor de rodillas”
Según
el Dr. Bach, Cherry
Plum está
indicada para el miedo al descontrol mental. Aporta calma en
situaciones de descontrol, tanto mental como físico.
A
nivel mental apacigua los pensamientos que puedan ser perjudicial
para nosotros mismos; excesos de ira, ideas suicidas, rabia… En el
plano físico ayuda a controlar situaciones que el cuerpo no puede,
enuresis infantil, arritmias, eyaculación precoz en el hombre, tics
y todo lo que el cuerpo debería controlar y no puede.
También
da muy buenos resultados en casos de migrañas y dolores de cabeza
cuando están provocados por una tensión interna.
Los
temperamentos Cherry
Plum
se identifican en aquellas personas de las que todo el mundo dice
que “se le cruzan los cables”, o precisamente lo contrario,
personas aparentemente calmadas y que no demuestran sus estados
internos de descontento o disconformidad. Al reprimir estas emociones
continuamente, el cuerpo actúa como si fuera una olla a presión:
acumula tensión y lo suelta de repente en el momento que menos se
espera o se desea. Esto provoca malestar no solo a la propia persona,
sino también a los que la rodean. Hay gente con una tensión interna
tan grande que explota ante cualquier pequeño detonante.
Las
Flores de Bach son muy eficaces y seguras, pero, como siempre
decimos, es muy importante no hacer un autodiagnóstico de las
flores, ya que se pueden remover emociones no deseadas.
Siempre
deben tomarse bajo la prescripción de un Terapeuta Floral.
Escrito por: MªJosé Caballé, terapeuta floral
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada